Por muchos años en el Perú hemos venido viviendo en medio de un sin fin de debates sobre planificación y pareciera ser que los peruanos, y principalmente los gobernantes y autoridades, hablan mucho y no aplican eso que tanto hablan, pero afortunadamente esto parece estar cambiando aunque no con la celeridad en que debería.
El proceso de Planificación es sencillo y complicado a la vez. Sencillo porque solo requiere de un conjunto de pasos y un poco de sentido común para hacerlo, pero complicado al mismo tiempo porque el entorno cambiante del mundo actual obliga a que este proceso se haga dinámico y continuo en el tiempo y no periódico como hasta algún tiempo.
Lo interesante de este tema es que, si analizamos un poco, estos procesos se dan tanto a nivel empresarial, estatal y a nivel personal. Todo lo que hacemos esta dado por necesidades, necesidades físicas, fisiológicas, psicológicas, emocionales, etc, etc, etc. Cualquier persona, institución o empresa, si no tiene bien definido o al menos una concepción cercana de ¿Quién es? ¿Qué es lo que busca? ¿Qué objetivos y metas persigue? jamás podrá definir correctamente sus necesidades y por lo tanto priorizar las mismas a fin de optimizar el uso de sus recursos.
Es fácil hablar, pero al llevar a la práctica estas metodologías nos encontramos que no era tan fácil ni sencillo de planificar porque intervienen un conjunto de variables que muchas veces escapa a nuestra concepción. Pero como se sabe, solo el que nada hace en nada se equivoca, así que es preferible equivocarse (lo menos posible) en el camino y sentar una base o plataforma sobre la cual podamos determinar las acciones que debemos seguir.
En las antiguas metodologías, el proceso de planificación simplemente era una elongación del pasado. Hoy en día sabemos que eso simplemente no es posible ya que la dinámica mundial y en particular la económica va cambiando tan deprisa que no solo basta ver en 360° sino en modo tetradimensional el entorno.
El gran problema del proceso de planificación estratégica fue el como operativizarla, ya que generalmente los planes estratégicos quedaban como vanas intenciones o arrinconadas en un escritorio tal como ocurría en la administración pública, es decir documentos elaborados para cumplir una norma o disposición, pero es a razón, y debido a la continua aplicación y experiencia de quienes formulan metodologías de planificación, que se implementa la metodología del Balanced Scorecard que resuelve muchos de los dolores de cabeza de quienes intentaban implementar un determinado plan.
El fin del proceso de planificación es crear ventajas competitivas sobre los demás con la mejor optimización de recursos posibles en un determinado tiempo y para ello es necesario tener puntos de referencia que nos sirvan de parámetros para medir nuestro avance en la consecución de los objetivos trazados.
Como nación no podemos darnos el lujo de quedarnos rezagados un instante mas porque las consecuencias de nuestros fracasos serán asumidas por nuestros hijos, es por ello que el presente artículo tiene la intensión de llamar a la reflexión sobre la importancia de la aplicación de planificación estratégica y dejar de lado los chauvinismo políticos que por estos tiempos se podrán de moda, en donde los políticos ofrecen grandes construcciones y obras, a criterio y gusto del candidato y líder de la organización, y no toman en cuenta si realmente eso es lo que necesita una localidad y si esta tiene definido lo que busca como comunidad de acuerdo a un plan trazado basado en las reales expectativas y realidades de sus pobladores.
Michael Porter, hace hincapié en algo importante para los peruanos, que es el primeramente aprender a desarrollar el “Core Business” de cada región a fin de saber aprovechar correctamente las ventajas comparativas de cada localidad y transformarlas en ventajas competitivas.
A veces se siente un poco de vergüenza ajena cuando un grupo de funcionarios del actual gobierno (Alan García - 2010) trataron de quitarle la importancia del caso a los comentarios y recomendaciones de Michael Porter dio en su última visita a nuestro país, pero debemos recordar que este hombre no es ningún improvisado en el tema y Porter lejos de ofendernos o desmerecer los logros que el Perú a alcanzado nos hizo el favor de advertirnos que tenemos que duplicar esfuerzos en crear ventajas competitivas y bases sólidas para forjar una economía basada en la productividad no dependiente de recursos no renovables como son las materias primas y trabajar intensamente en la educación, que lejos de mejorar en los últimos años hoy en día se ubica entre las peores de América Latina.
Es innegable que el Perú tiene vocación agrícola por naturaleza y es la que debemos desarrollar, ya que esta genera empleo sostenible en el tiempo, más aun que hoy en día se busca la producción de alimentos en su forma nativa; productos naturales. En este sentido las autoridades de turno deberán implementar los procesos de planificación necesarios para su desarrollo y tener la suficiente convicción para defender y seguir las estrategias establecidas.