No cabe duda que cada cinco años los peruanos nos preparamos a tomar una decisión muy importante que determinará el rumbo de la nación y por ende de nuestras vidas al menos en el siguiente quinquenio, esto siempre y cuando se respeten las leyes que nos rigen como cualquier nación civilizada si pretendemos ser considerados como tal.
Algunos toman esta decisión con pasión, otros con indiferencia, otros tal vez guiados por alguna tendencia del momento, pero en fin, todos al fin y al cabo se deciden por una determinada opción, sin embargo son pocos los que realmente hacen un análisis concienzudo de las posibles consecuencias de la misma.
En el mundo existen leyes de las cuales no muchos son conscientes y una de ellas es la de Causa – Efecto, es decir cualquier decisión tomada en el presente, buena o mala, irremediablemente tendrá consecuencias futuras (buenas o malas), las cuales tenemos que afrontar y nuevamente volver a decidir sobre ellas, convirtiéndose así en un interminable circulo vicioso.
Bajo este precepto y guiados por los continuos bombardeos de información y encuestas apostamos por una determinada candidatura. Así, en términos generales optamos por tendencias socialistas, comunistas, liberales, neoliberales o del “centro” pero en realidad no vemos la esencia de su significado o cómo funcionan en el mundo.
Las ideologías socialistas y comunistas son muy tentadoras para cualquier persona, sobre todo ya que estas mantienen como base fundamental valores como la solidaridad y el beneficio común con respecto a algo, las cuales hacen parecer más justas las cosas. Por otro lado las ideas liberales y ultra liberales, sin embargo, tienden a premiar la capacidad y el esfuerzo individual o colectivo sobre los demás lo que al fin y al cabo conlleva a algo que en el mundo actual se denomina COMPETITIVIDAD y en medio de ellos se encuentran aquellos que piensan que ambas cosas deberían de coexistir. Todo depende de la visión que tengamos de nosotros mismos para el futuro.
No se trata de fanatizarse con ninguno de los extremos sino simplemente de escoger, decidir lo más conveniente en cada momento.
Seguramente a estas alturas se estarán preguntando… Y todo esto ¿Qué tiene que ver con las PYMES?. Tiene que ver y mucho. Ya la experiencia nos enseña que si no hay inversión no hay desarrollo y si no hay desarrollo solo existe pobreza. Si me preguntarán que opino de la Economía, les respondería que desde un punto de vista filosófico es lo peor que ha podido crear la humanidad ya que solo trae decadencia moral y pérdida de valores debido a la ambición y desigualdad que fomenta entre los hombres adormeciendo y durmiendo su conciencia, pero que sin embargo es la realidad imperante, el modelo en el cual vivimos y por los visto hasta ahora, solo los individuos y naciones que poseen recursos económicos son aquellos que llevan una vida relativamente digna durante su paso por este mundo.
Visto esto, nos guste o no, debemos optar por una forma de vivir y de llevar nuestra economía. No se trata de inventar ni crear nada nuevo, simplemente de usar el sentido común y seguir las experiencias de las naciones que hoy por hoy son líderes en el mundo. Un principio básico que las rigen es la libertad, sin libertad solo priman y le damos espacio a las tiranías, autocracias y dictaduras, sin embargo esta libertad debe estar sustentada en un marco de leyes basadas en el respeto y primacía del Ser humano como punto central y único fin de su existencia. Afortunadamente en el Perú de hoy contamos con esos requisitos, si bien discutibles y tal vez aun frágiles por tratarnos de una democracia joven, pero existen.
Bajo estos términos nos damos cuenta que los países que alcanzaron prosperidad hasta la fecha cuentan con estas cualidades sin dejar de lado los principios morales involucrados en ellos. Libertad para crear y desarrollarse en la medida de sus posibilidades, posibilidades que solo se pueden dar con una buena educación y sistemas de gestión públicos de atención a necesidades básicas que garanticen que sus pueblos puedan desarrollarse en armonía.
Educación, educación y educación en su real significado, más allá de la simple instrucción y adquisición de conocimientos, el poder de algunos siempre radicó en la ignorancia de los demás. Si trasladamos esto al campo de las PYMES esto vendría a ser traducido como capacitación la cual a la larga es la que generará ese valor agregado que necesitan las pequeñas empresas en formación y desarrollo para alcanzar las ventajas competitivas que tarde o temprano las harán exitosas y grandes.
Es una idea errónea el pensar que hoy en día deban ser los Gobiernos los que se encarguen de actividades que la sociedad por si misma puede realizar. Los Estados estatistas y burocráticos solo crean desconfianza y temor porque demuestran que son Gobiernos inmaduros y generalmente caudillistas. Esto no implica que los Estados no deban intervenir o participar pero en el fondo son las micro, pequeñas y medianas empresas las que realmente emplean esa fuerza laboral que existe en nuestros países, sin embargo estas no podrían desarrollarse si no tienen un mercado para tal fin.
A lo largo de la historia y siempre guiándonos de las experiencias pasadas, hoy sabemos que no solo se trata de modelos económicos sino de decisiones que deben optar los gobernantes para definir el destino de sus naciones. Aquellos que se polarizan con cualquiera de las dos ideologías simplemente están destinados al fracaso, sino al fracaso económico lo será al fracaso moral por la falta de justicia en su aplicación.
Nadie puede negar que se necesiten medidas socialistas y asistenciales en determinados casos de acuerdo a una determinada realidad y bien planificadas, pero tampoco se puede negar que cuando se abusa o no se emplean adecuadamente estas medidas a lo único que conllevan son a la mediocridad donde no se ve la recompensa en la medida del esfuerzo realizado.
Debemos pensar en el futuro y ello implica hablar de planificación. En un artículo anterior se escribió sobre el tema y se expuso que esta es esencial en cualquier nivel, desde niveles estatales hasta niveles individuales y obviamente empresariales.
Por estos motivos esperemos que quien quiera que sea elegido como nuestro próximo gobernante tenga la suficiente claridad para tomar las decisiones correctas, mas allá de los extremismos, apoyar la creación, desarrollo y fortalecimiento de las PYMES haciéndolas cada día más COMPETITIVAS, que tenga la suficiente lucidez para entender que el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones son indispensables para el desarrollo no solo educativo sino instructivo en cuanto a la creación de nuevas tecnología, que no se contagie de pensamientos retrógrados y, como en otros lugares, vete el acceso a la mismas y finalmente demuestre el respeto debido a la libertad que tanto le ha costado a los peruanos obtener y dejen de lado egoísmos y motivaciones personales o de grupos que tienden a restringir las libertades de sus ciudadanos.